Sobre los vestidos se llevaban mantos o mantones y se usaba un tipo de sombrero llamado coal-scuttle, en forma de cubo. También fue por influjo español que las faldas se cubriesen de encajes y volantes, sobre todo en la tercera década del siglo. En esta época surgió la técnica de teñido yūzen, que permitía teñir telas de múltiples colores mediante plantillas y pasta de arroz, lo que originó una nueva serie de kimonos de gran colorido y vistosidad.