Banks cambió un viejo par de pantalones por una de esas calaveras. Banks escribió en su diario, refiriéndose a los nativos de aquella zona: «Supongo que viven íntegramente de peces, perros y enemigos». La cuestión de la antropofagia de los maoríes ya había sido referida en varias ocasiones desde que se llegó a Nueva Zelanda pero hasta entonces no habían encontrado pruebas fehacientes de ello, pruebas que fueron repitiéndose durante los días siguientes.