Pollaiuolo realizó profundos estudios de anatomía, confesando Vasari que diseccionaba cadáveres, estudiando especialmente los músculos. En sus cuadros de Los trabajos de Hércules del Palacio de los Médicis (1460), Pollaiuolo recuperó la «diagonal heroica» de la escultura griega, mostrando un gran virtuosismo en la representación del desnudo en acción -según Vasari, su tratamiento del desnudo «es más moderno que el de cualquiera de los maestros que le han precedido»-.