El no sentirse valorado fue la circunstancia que le llevó a iniciar contactos con la entidad barcelonista -siendo tildado como traidor por la afición madrileña-, que vio la oportunidad perfecta para resarcirse de los casos de Michael Laudrup y Luis Milla, quienes pusieron el año anterior rumbo a Madrid. Hasta la última jornada, el equipo estuvo en la lucha por la cuarta y última plaza que daba acceso a la Liga de Campeones.