A esta. muchos le llaman «la original» y hacia un perfecto contraste con el resto del uniforme que era con medias azules, las cuales no se notaban a simple vista porque encima eran tapadas por unos pantalones largos. A finales de siglo la moda cambió nuevamente: se llevaban vestidos de sisa alta y mangas ceñidas que alargaban el torso; las mangas tenían la copa fruncida para formar picos altos, que hacia 1894 se acolcharon enormemente.